Punta Catalina y el desarrollo nacional
Por el Ing. Antonio Herrera Cruz
Viceministro de Seguridad Energética e Infraestructura
La Central Termoeléctrica Punta Catalina, representará uno de los activos más importantes del sector energético del país.
Antecedentes
La energía eléctrica forma parte esencial del desarrollo económico y social de un país, pues se usa como insumo para la industria, y como servicio básico de primera necesidad en el comercio, así como en los hogares, no obstante, nuestra población ha vivido permanentemente sometida a diferentes crisis de desabastecimiento de energía y con altos precios de adquisición por dicho servicio y en muchos de los casos con limitadas características de calidad.
Debemos recordar a la nación, al país, que los mismos sectores que se oponen hoy a las plantas a carbón, son los mismos que se opusieron en el pasado; hagamos una breve historia: en el año 2006 la CDEEE firmó dos contratos de compra de energía con las empresas SICHUAN MACHINERY & EQUIPMENT, de China Popular y Emirates Power de los Emiratos Árabes Unidos, bajo la modalidad de Acuerdo de Transformación de Energía (ATE).
En el indicado contrato, la empresa China se comprometía a suplir, instalar y operar a todo costo y riesgo una central a carbón de 600 megavatios (MW) netos integrada por dos plantas a carbón de 300 MW cada una, mientras que la CDEEE tenía el compromiso de comprar la energía generada.
Lo que se perseguía era un Acuerdo de Transformación de Energía (ATE) donde se consignaba la responsabilidad para las partes, definiendo un costo de producción de energía (cpe) por kilovatio hora, donde la CDEEE era responsable de suministrar el carbón mineral y SICHUAN todo lo demás.
Si se hubiese construido en aquel entonces, CDEEE le compraría a la empresa SICHUAN 4,100 millones de kilovatios hora en el año 2011, con una carga promedio de 78%, el costo de producción de energía (cpe) habría sido de 6.63 centavos de dólares por kilovatio hora, si a este costo le sumamos el pago de intereses financieros establecidos en la carta de crédito de SICHUAN, la energía suministrada por SICHUAN hubiese podido ser suplida por la CDEEE a las empresas distribuidoras, a un precio de 6.98 centavos de dólar por kilovatio hora.
Con este cuadro el país se hubiese ahorrado US$582 millones de dólares por las compras hechas por las Distribuidoras a las Generadoras, unos 11,122 millones de Kwh más lo que generarán las plantas de SICHUAN, unos 4,100 millones Kwh, por lo que pagarían US$1,996, y si se hubieran construido las plantas, solo se hubiese pagado US$1,414 millones de dólares, con lo que arrojaría la diferencia al beneficio del país, de los US$582 millones de dólares antes mencionados.
¿Por qué es necesario la Central Punta Catalina?
La demanda energética nacional es del orden de 2200 Mw más o menos un 15%, que varía según determinadas horas del día. La composición de la tecnología empleada para generar electricidad es variada, destacándose principalmente el uso de Fuel oíl, lo que representa niveles bajos de eficiencia y altos costos de operación, también es notable el grado obsolescencia en algunas unidades, lo que da como resultado niveles no adecuados de competitividad, y por ende vulnera la Seguridad Energética Nacional.
El parque energético nacional está compuesto de dos empresas de generación de características público-privada (EGEHAINA y EGEITABO) y una de carácter público, Empresa de Generación Hidroeléctrica (EGEHID), y los Productores Independientes o IPP, el conjunto conforma la matriz energética del sistema eléctrico Interconectado de la República Dominicana. La sumatoria de la capacidad nominal instalada de estos productores es de 3456 Mw, de los cuales por diversas circunstancias es aprovechable solo o disponible una media del 65% de ese total, (ver informe diario del Centro de Control de Energía de la Empresa de Transmisión Eléctrica, ETED)
Acorde con el crecimiento económico del país cada año la demanda de generación eléctrica se incrementa en aproximadamente el 5%, demanda que lamentablemente no es posible satisfacerla, entre otras razones por disponibilidad de recursos, lo que crea déficits energéticos, que son paliados con cortes selectivos en los diversos circuitos o reduciendo la reserva rodante, según sea el caso.
Ante este panorama, el gobierno dominicano vía la Corporación Dominicana de Empresas Eléctricas Estatales (CDEEE), inicia un proceso de licitación pública nacional e internacional para la instalación de una central termoeléctrica de 720 Megavatio (MW) en la comunidad de Punta Catalina en Bani, provincia Peravia, el cual culminó con la adjudicación al consorcio Odebrecht-Tecnimont-Estrella.
Las opiniones de un sector del Partido Revolucionario Moderno expresadas en algunos medios de comunicación, sobre los costos de inversión de la central Termoeléctrica Punta Catalina no responden a la verdad, en ese sentido, queremos refutar sus opiniones y al mismo tiempo expresar la gran importancia que desde el punto de vista estratégico resulta la construcción de dicha central.
La Central Punta Catalina, viene a representar uno de los activos más importantes del sector eléctrico nacional, porque impactará de forma significativa en los costos de comercialización de la energía, pues en este caso el precio de venta se ha proyectado en alrededor de, siete centavos y medio de dólar, (US$0.075), lo que significará, de ésta manera, el desplazamiento de un gran número de generadores de una eficiencia muy baja, de una vida útil cuasi agotada y por ende de un muy alto costo de generación, que pone en riesgo la Seguridad Energética Nacional.
Pero en adicción, éste proyecto, reducirá la importación de energéticos que, debido a la importancia que representan en algunos países, su precio depende de posiciones políticas y estratégicas de estos países productores, lo cual crea, en muchos casos, incertidumbre en los mercados mundiales, como los es el Fuel Oíl, uno de los principales derivados del petróleo, del cual se presume que se agotaría en los próximos 50 años.
El costo de inversión de la Central Punta Catalina, está considerados dentro de los más bajos para este tipo de construcción de centrales energéticas, basados en los indicadores del Departamento de Energía de Estados Unidos (DOE, US), a través de su Laboratorio Nacional de Tecnología de Energía en los Estados Unidos (NETL), tiene un costo de dos mil quinientos ochenta y seis dólares americano por cada kilowatt instalados (US$2,586/kw), los cuales han sido comparados con plantas de tecnología similar (subcrítica), instaladas en otros países de nuestro continente, siendo el precio promedio de las plantas construidas de US$2,922/Kw, entre las cuales podemos citar: USA-Amp-Ohio (2008), 3,375 US/kw; Chile Angamos (2011), 2,767 US$/kw; Chile Cochrane (2013), 2,865 US/kw; Brasil Por do PECEM (2008) 2,571 US/kw, entre otras. Es importante señalar que éste precio implica no solamente los costos de Engineering, Procurement and Construction, (EPC) o lo que es igual, Ingeniería, Procura y Construcción, sino que, incluye el costo final de la central hasta su puesta en marcha y entrega.
Otro aspecto importante a considerar del ámbito económico de este proyecto, es el impacto que creará su entrada al Sistema Eléctrico Nacional Interconectado (SENI), ya que permitirá al Estado dominicano ahorrar unos US$400 millones de dólares anuales, por concepto de la generación de 5,300 GWh por año. Concomitantemente a esto, tendremos una producción energética estable, barata y segura, y serán aprovechados los subproductos que se producen a partir de ésta generación eléctrica: el fly ash o ceniza volante, que es capturada en el proceso, y transportada de manera controlada en camiones compactadores, a las fábricas de cemento, a las cuales he vendida en dólares por toneladas, ahorrando nuevamente divisas al país en materia prima que no serán ya importadas por estas empresas. También son aprovechables los desechos de las cenizas solidas de fondo, que pueden ser utilizadas en la industria hormigoneras y en los agregados para la construcción de carreteras.
En cuanto a la sostenibilidad medio ambiental, ésta ha sido garantizada mediante la correcta selección de equipos de última generación tecnológica, como son, los Precipitaderos Electrostáticos y los Precalentadores de Aires que permiten atrapar el 99.7% de las partículas, a su vez, el desulfurizador está diseñado y probado para absorber más de cuatrocientos miligramos por metros cúbicos (400 mg/Nm3 equivalente a PPM, partes por millón), siendo la media permitida del Banco Mundial de mil doscientos miligramos por metros cúbicos (1200 mg/Nm3) generado en la combustión, así mismo, el dióxido de carbono emitido rondaría los setecientos ochenta y nueve gramos de dióxido de carbono por kilovatios horas (789 gCo2/kwh), por debajo del promedio permitido por la guía del Banco Mundial que es de 850 gCO2/kwh (datos avalados por La Corporación Financiera Internacional IFC, organismo que integra el Grupo Banco Mundial).
Estos parámetros estarán garantizados a través de la instalación de un equipo muy sofisticado de monitoreo de emisiones de combustión permanentemente (CEM), certificado por los organismos internacionales.
Es indudable, tal como lo expresamos anteriormente, que la entrada al SENI de esta central impactará de manera positiva y sostenible en los sectores productivos de la nación, y abrirá las puertas para impulsar la competitiva del comercio y la industria, beneficiando así a toda la población, pero a su vez motorizará las regiones más rezagadas de nuestra geografía por falta de oportunidades, especialmente la región del sur y suroeste, donde los inversionistas recibirán las facilidades energéticas.
Acorde a los nuevos tiempos para desarrollar sus proyectos Turísticos o Agroindustriales de manera eficiente y eficaz, al disponer de energía con redes de transmisión eléctricas que cumplen con los más altos estándares y exigencias internacionales, creando empleos de calidad que contribuirán con un desarrollo económico más acelerado de la zona.
Finalmente, hacemos hincapié que el desafío dominicano es fomentar una política transparente y coherente para enfrentar los déficits energético y establecer una política actualizada de Seguridad Energética, implementando una matriz energética diversificada con sostenibilidad ambiental, de bajo costo y con tecnología de última generación, pero a la vez, que el canal de abastecimiento de los suplidores energéticos de combustible sea estable y permanente.
Por lo antes expuesto, auguramos que la Central Punta Catalina dará inicio a nuestra Estrategia de Seguridad Energética, que junto con otras políticas públicas impulsará el desarrollo creciente y sostenido de la economía nacional, creando así una cultura y una nueva era en República Dominicana, que elevará la competitividad de los sectores creadores de riquezas.